La Súplica, condiciones y virtudes
Todas las alabanzas pertenecen a Allah, Señor del Universo, quien nos ha pedido que le suplicáramos y prometió contestar a nuestros ruegos. Atestiguo que no hay Dios sino Allah, único, sin asociados, quien prometió premiar a los virtuosos. Y atestiguo que Muhammad es su siervo y mensajero, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, su familia y compañeros.
La palabra súplica (Du‘a) incluye los siguientes significados: llamar, invocar, rogar, pedir, implorar.
Este término está mencionado en el Corán y alude a diversos significados, tal como muestran los siguientes versículos:
Adoración
“No suplicar (no adorar) en vez de Allah lo que no puede beneficiarme ni perjudicarme, porque de hacerlo me contaría entre los inicuos.” (10:106)
Buscar ayuda
“Si dudáis de lo que le hemos revelado a Nuestro siervo [Muhammad] traed una sura similar, y rogad (buscad) ayuda para ello en quienes tomáis por socorredores en lugar de Allah, si es que decís la verdad.” (2:23)
Invocación
“Vuestro Señor dice: Invocadme, que responderé [vuestras súplicas].” (40:60)
Una llamada
“El día que os llame resucitaréis alabándole y os parecerá que no habéis permanecido [en las tumbas] sino poco tiempo.” (17:52)
Alabanza
“Diles: Y sea que Le invoquéis diciendo: ¡Oh, Allah! ¡Oh, Clemente! O cualquier otro nombre con el que Le alabéis, Él os oirá. Sabed que Él posee los nombres [y atributos] más sublimes.” (17:110)
En cuanto a la definición de la palabra súplica (Du‘a), los eruditos la definieron de manera semejante.
Al-Jattâbi comentó: “El significado de súplica (Du‘a) es: un pedido de ayuda del siervo a su Señor, un pedido de continuo apoyo. Su esencia es que una persona muestra a Allah su necesidad y se libera de todo poder o facultad de cambio (por sí mismo). Esta es la característica de la devoción y el servicio a Allah. La súplica incluye el significado de alabanza a Allah y de atribuirle a Él la Generosidad y Dadivosidad”.
Ibn Qayim la definió así: “Es solicitar lo que beneficia y pedir que desaparezca aquello que causa perjuicio o aflicción”.
Humildemente, ante los sabios que he mencionado, mi definición de súplica o Du’a sería: “Aquel diálogo íntimo donde con devoción se expresa la necesidad ante el Señor Todopoderoso, con el acento plácido e íntimo de la confianza que solamente se experimenta ante Quien conoce perfectamente nuestra situación y de Quien solicitamos con la mayor humildad y entrega todo aquello que nos beneficie en esta vida y el más allá, y ante Quien nos refugiamos y pedimos protección de todo lo que nos aflige y atormenta en esta vida y el más allá”. Y Allah sabe más y mejor.
La súplica (Du‘a) y su relación con la doctrina (‘Aqidah)
La súplica (Du‘a) tiene una estrecha relación con nuestra doctrina (‘Aqidah) y el monoteísmo (Tauhid). Es una de las mejores maneras que poseemos para aumentar nuestra fe (Imán) y apreciar los Nombres y Atributos de Allah. Es un fuerte recordatorio de los poderes ilimitados de Allah y de la incapacidad inherente del ser humano.
La súplica aumenta la fe debido a diversos factores. Hace evidente el hecho de que no tenemos el control absoluto sobre nuestro destino, ni tampoco tenemos el poder para beneficiarnos o apartar el mal de nosotros mismos. Nos muestra la necesidad que el musulmán tiene de su Señor. Prueba que aquel que suplica sinceramente cree que Allah escucha su ruego y que le responderá. Tal persona también afirma la infinita misericordia, beneficencia y generosidad de Allah. Cuanto más aumente su sensación de necesidad de la Misericordia de su Señor, más aumentará su fe. De la misma manera, cuanto más aprecie y advierta la perfección de los Nombres y Atributos de Allah, más aumentará su fe. Ambos factores – conocer nuestra necesidad de Allah en todo aspecto y Su Naturaleza Perfecta – son la esencia de la fe.
La súplica evidencia que sólo Allah merece ser adorado (monoteísmo en la adoración- Tauhíd Al-Uluhiiah), porque si Allah tiene el control total sobre la creación, y si sólo Él puede responder la invocación de quien se encuentra afligido, es el único que merece nuestra completa sumisión y adoración.
La súplica también nos indica que Allah tiene los Nombres y Atributos más Perfectos (monoteísmo en los Nombres y Atributos de Allah – Tauhíd Al-Asma’ ua As-Sifat). Sólo Él puede oír la plegaria silenciosa del siervo, sin importarle donde éste se encuentre y solamente Él es quien puede entender su situación. Su conocimiento es más completo que el conocimiento del siervo mismo sobre la situación difícil en que éste se encuentra. De igual manera, sólo Allah tiene el poder completo y la autoridad máxima para otorgarnos lo que necesitamos y anhelamos.
En consecuencia, la súplica es un poderoso indicador del monoteísmo (Tauhíd) en sus tres tipos.
La Súplica y su relación con la adoración y devoción
Sabemos que el Du’a (súplicas) es una de las mejores formas de adorar a Allah (alabado sea). Relató An-Nu’man Ibn Bashir (Allah se complazca de él) que el Profeta (paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “El Du’a es adoración” y luego recitó la aleya Coránica “…vuestro señor ha dicho: Pedidme, que os responderé (vuestros ruegos), por cierto que aquellos cuya soberbia les impida adorarme, entraran en el Yahannam humillados.” (40:60). (Relatado por Abu Dawud y At-Tirmidhi).
Allah nos ha ordenado hacer Du’a en innumerables aleyas del Sagrado Corán, prometiendo responder, y elogiando a sus profetas y mensajeros cuando dijo: “Todos ellos se apresuraban a las buenas obras, nos pedían con anhelo y eran temerosos.” (21:90).
Allah nos ha informado (alabado sea) que está cerca de sus siervos, y que ha de responder a sus súplicas cuando dijo: “…cuando mis siervos te pregunten sobre mi…yo estoy cerca y respondo al ruego del que pide cuando me pide.” (2:186).
Allah (alabado sea) nos ha ordenado suplicarle y ser humildes ante Él, especialmente ante las calamidades y aflicciones, ya que nadie puede responder las súplicas ni resolver las dificultades excepto Él. Dijo: “Quien responde al que se ve en necesidad librándolo del mal…” (27:62)
De la misma manera, reprochó a las personas que no hacen Du’a en tiempos de tragedias o en los días difíciles diciendo: “No hemos enviado a una ciudad a ningún profeta sin haber castigado a su gente con la miseria y el padecimiento para que fuesen humildes.” (7:94)
Dijo Allah (alabado sea) en el Sagrado Corán: “Es verdad que hemos mandado enviados a comunidades anteriores a ti, a las que sorprendimos con la desgracia y el infortunio para que así pudieran ser humildes. ¡Si hubieran sido humildes cuando les llegó nuestro rigor! Sin embargo sus corazones se endurecieron, y Sheitán hizo que vieran bueno lo que hacían.” (6::42-43)
Allah (alabado sea) responde a las súplicas por su misericordia y generosidad. Y a pesar de no tener ninguna necesidad de Sus criaturas, les ha ordenado que le suplicaran, porque ellos son los que están necesitados de Él. Dijo Allah en otra Aleya del Corán: “¡Hombres! Vosotros sois los que necesitáis de Allah, mientras que Allah es rico, en si mismo alabado.” (35:15)
Y nos recordó este concepto en el Sagrado Corán cuando dijo: “Y Allah esta libre de toda necesidad, siendo vosotros los que lo necesitáis.” (47:38)
Allah menciona en un hadith Qudsi: Oh siervos míos! todos estáis extraviados, salvo a quien yo guío, así que pedidme la guía que os guiaré. ¡Oh siervos míos! Todos estáis hambrientos, salvo a quien he dado de comer. Así que ¡pedidme alimento! que os alimentare.
¡Oh siervos míos! Cometéis errores noche y día, y yo os perdono todos ellos. Así que ¡pedidme perdón! que he de perdonaros.”
(relatado por Muslim)
Condiciones para que las súplicas sean aceptadas
Existen condiciones específicas que deben cumplirse para que las súplicas sean aceptadas:
1. Obediencia:
Que el siervo sea obediente, y no ignore las obligaciones de Allah, cometiendo el Haram.
Dijo Allah (alabado sea): ¿Recién ahora crees, luego de haber desobedecido y haberte contado entre los corruptores?” (10:91)
Fue informado que Profeta (la paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Un hombre que realiza un largo viaje, y ya desgreñado y polvoriento, extiende sus manos al cielo diciendo: ¡Oh Señor!, ¡Oh Señor!, pero su comida es haram, su bebida es haram, su ropa es haram y se alimenta del haram, ¿como habrá de serle respondida (su súplica)?” (Narrado por Muslim)
En este Hadiz el Profeta (la paz y bendiciones de Allah sean con él) indicó que la comida, la bebida y la vestimenta haram tienen una gran influencia tanto en que el Du’a sea escuchado, como que sea respondido.
Dijo el mensajero de Allah (la paz y bendiciones de Allah sean con él):
“Busca que tu comida sea del Halal, y tu Du’a será respondido.”
Abdallah, el hijo del Imam Ahmad (que Allah sea misericordioso con ambos) mencionó en el libro de Al-Zhuhd (El ascetismo): “Cierta vez un tiempo de dificultad cayó sobre los Israelitas, por lo que salieron a cazar, entonces Allah inspiró a su Profeta para que les diga: “Salís a cazar y vuestros cuerpos están impuros y levantáis hacia mi las manos llenas de sangre impura suplicándome, luego de haber llenado vuestras casas del haram. Ahora se ha multiplicado mi enojo hacia ustedes y no os habéis sino alejado más y más de mi.”
Así que tomad conciencia de vosotros mismos y revisad las fuentes de vuestro sustento, alimento y bebida, para que Allah responda vuestras invocaciones y Du’as.”
2. Sinceridad:
Entre las condiciones para que el Du’a sea aceptado por Allah (alabado sea) se encuentra que la súplica se haga con sinceridad. Allah dijo en una Aleya del Corán: “Así pues invocad a Allah sinceramente, y solo a Él adorad…” (40:14). Y dijo: “y no invoquéis a nadie junto a Allah…” (73:18) Aquellos que asocian en sus súplicas junto a Allah, a ídolos, tumbas, muertos, santos u otras divinidades, Allah no habrá de contestarles sus súplicas, puesto que se han apartado y han roto su relación de monoteísmo con Él. Siendo el peligro mayor, que cuando supliquen a Allah en tiempos de adversidad, no les serán respondidas sus súplicas. Asimismo aquellos que buscan la intermediación de los muertos diciendo: “Te pedimos Oh Allah por fulano, o por el grado de cercanía a Ti de fulano”. Pero Allah no contesta sus súplicas porque es una forma de idolatría e innovación inválida y prohibida. Ya que Allah no nos indicó buscar intermediarios al suplicarle, sino que ordenó a su último Profeta (la paz y bendiciones de Allah sean con él) enseñar a los musulmanes la necesidad de dirigirse directamente a Allah en todas las súplicas y actos de adoración, abandonando todo intermediario y asociado.
Dijo el enviado de Allah (la paz y bendiciones de Allah sean con él): “Recuerda a Allah en la prosperidad y Él te recordará en momentos de adversidad”. Es decir, que si el siervo teme a Allah, no sobrepasa los límites y realiza sus deberes en tiempos de prosperidad, habrá conseguido conocer a Allah y establecer una relación especial entre él y su Señor. Entonces Allah lo conocerá y recordará en tiempos de adversidad y considerará su obediencia en tiempos de prosperidad removiendo sus dificultades. Dice el Allah (alabado sea) en un hadiz Qudsi: “… (mi siervo) se acerca a mi a través de los actos voluntarios hasta que lo amo, y si lo amo soy el oído con el que oye y la vista con la que ve, y la mano con la que toma y las piernas con las que anda, si me pide le concedo y si me pide protección ciertamente se la daré.” (Narrado por Bujari).
Dijo Allah en el Sagrado Corán: “y cuando mis siervos te pregunten sobre mi…yo estoy cerca y respondo al ruego del que pide cuando me pide.” (2:186) y dijo también: “Y vuestro señor ha dicho: Pedidme, que os responderé (vuestros ruegos).” (40:60).
Quien tema a Allah y le obedezca en tiempos de prosperidad, Allah lo apoyará y sustentará moralmente en momentos de aflicción, dolor y calamidad.
Allah dijo acerca del profeta Yunus (Jonás – la paz y bendiciones de Allah sean con él) cuando lo tragó la ballena: “De no haber sido porque era uno de los que glorificaban, habría permanecido en su vientre hasta el día de la resurrección.” (37:143-144.) Esto significa que fue salvado por las buenas obras que realizaba en tiempos de prosperidad. De no haber hecho buenas obras habría permanecido dentro de la ballena hasta sus últimos días. En otras palabras, el estómago de la ballena habría sido su tumba. Algunos de los primeros musulmanes (salaf) acuñaron la siguiente máxima: “Permanece próximo a Allah en tus días de prosperidad que Él estará próximo de ti en días de adversidad”.
Pero miremos el caso contrario, Faraón era un tirano, alejado del recuerdo de Allah. Y Allah dijo: “Hasta que al ver que las aguas lo ahogaban, dijo: ¡creo…!” (10:90). Es decir que al ver que moriría ahogado intentó creer y pedir a Allah la salvación, pero en ese momento no le fue aceptado su pedido, porque se había comportado como un tirano hasta entonces, y por eso su súplica no era sincera.
4 – Suplicar con el corazón atento
En el libro Mustadrak del Hakim, se menciona que Abu Hurairah (Allah se complazca de él) narró que el Profeta (la paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “suplicadle a Allah estando seguros de su respuesta, y sabed que Allah no acepta el Du’a de un corazón distraído, negligente.”
5- Ordenar el bien y prohibir el mal
Relato Hudhaifah Ibn Al-Yaman (Allah se complazca de él) que el Profeta (la paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Por aquel en cuyas manos se encuentra mi alma, que debéis ordenar el bien y prohibir el mal o descenderá sobre vosotros un castigo de Allah, y entonces le suplicaréis y no recibiréis respuesta.” (Transmitido por Tirmidhi). También mencionó Al-Hakim en su libro Al-Mustadrak de ‘Ali Ibn Abi Talib (Allah se complazca de él) quién narró que el Profeta (la paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “El Du’a es el arma del creyente, el pilar de la religión y la luz de los cielos y tierra” y dijo (la paz y bendiciones de Allah sean con él) “El Du’a siempre tiene beneficio, sea concedido o no; por lo que haced Du’a, Oh siervos de Allah.” (Transmitido por Al-Hakim, hadiz hasan).
Relató Aisha (Allah se complazca de ella) que el Profeta (la paz y bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Allah ama aquellos que son insistentes en sus súplicas.”
Por consiguiente, el Du’a es una de las formas mas importantes de adoración para el musulmán. Por medio del cual se muestra la humildad y el temor del siervo hacia Allah, la necesidad de Él, la inclinación del corazón, y la necesidad de suplicarle. Por el contrario, la renuncia al Du’a indica la arrogancia y dureza del corazón.
Hacer Du’a es una razón para entrar al paraíso. Allah (alabado sea) dijo en el Corán: “Y se encontrarán frente a frente haciéndose preguntas. Dirán: Antes, cuando estábamos entre los nuestros, fuimos temerosos. Y Allah nos ha favorecido y nos ha librado del castigo del Simún[1]. Es verdad que antes Le rogábamos y que Él es el Bondadoso, el Compasivo”. (52:25) Dijo Allah (alabado sea) en otra aleya: “Y vuestro señor ha dicho: Pedidme, que os responderé (vuestros ruegos), es cierto que aquellos cuya soberbia les impida adorarme, entraran al Yahannam humillados.” (40:60).
Por consiguiente el musulmán debe suplicarle a Allah y aumentar sus súplicas con sincera devoción. En días de sedición y confusión sobre asuntos de religión y fe, especialmente en esos momentos, es de vital importancia refugiarse en la súplica.
Recordemos siempre en nuestras Du’a buscar refugio en Allah contra nuestro real enemigo, el maldito Sheitán: “Rogad a vuestro señor humilde y secretamente, es cierto que el no ama a los que se exceden. Y no corrompáis en la tierra después del orden que se haya establecido, e invocadlo con temor y anhelo. Por cierto que la misericordia de Allah esta próxima de los que hacen el bien.” (7:55-56)
Quiera Allah concedernos las bondades del noble Corán y beneficiarnos de sus aleyas y sabias enseñanzas.
[1] Simún: Implica el calor mas extremo, es el nombre de un viento caliente del desierto y se dice que es uno de los nombres del Yahannam